¿Conoces las Infecciones de Transmisión Sexual?

Autora del artículo:

Equipo Sanabria

 

En la mayoría de los casos de infecciones de transmisión sexual no aparecen síntomas o son poco expresivos, lo cual facilita la transmisión de la infección y, si no se instaura el tratamiento adecuado, pueden aparecer complicaciones a largo plazo.

 

Las ITS o infecciones de Transmisión Sexual son aquellas que se transmiten por medio de las relaciones sexuales (anales, vaginales u orales) y pueden ser causadas por distintos microorganismos. Incluyen entre otros la gonorrea, chlamydia, sífilis, mycoplasma y ureaplasma, herpes genital, virus del papiloma humano, hepatitis C, hepatitis B y VIH.

 

¿Cómo se sabe que tienes una ITS?

En la mayoría de los casos no aparecen síntomas o son poco expresivos, lo cual facilita la transmisión de la infección y, si no se instaura el tratamiento adecuado, pueden aparecer complicaciones a largo plazo como esterilidad, dolor pélvico crónico, mayor riesgo de embarazos extrauterinos e incluso verrugas y cáncer genital en el caso del virus del papiloma.

Los síntomas que pueden aparecer relacionados con una ITS incluyen secreción vaginal anómala, sangrado fuera del ciclo o tras las relaciones sexuales, dolor pélvico o en el bajo vientre y úlceras genitales, entre otros.

Para diagnosticar una ITS se deberán realizar pruebas de laboratorio que incluyen analíticas de sangre (serologías) y cultivos de las secreciones específicas (vaginales, anales, de úlceras…)

En la infancia y la adolescencia es importante tener un primer contacto con el ginecólogo para resolver de una forma sencilla y cercana muchas dudas propias de esta etapa, asi como para cerciorarnos de que estén vacunadas del virus del papiloma humano e indicarles cuándo han de empezar a realizar sus revisiones.

¿Cómo prevenir una ITS?

Como decíamos, muchas veces no se siente ningún síntoma aunque se esté contagiado. Es por ello que se transmiten de forma sencilla si no se utilizan medidas preventivas.

Estas medidas comprenden los mecanismos de barrera, entre ellos el preservativo femenino y masculino, válidos tanto con como sin látex (de poliuretano o poliisopreno), siendo esencial usarlos de forma COMPLETA (durante toda la relación sexual, desde el mismo inicio del contacto) y CONSTANTE (en todas las relaciones). Los preservativos de piel de cordero (realizados con intestino de cordero) NO protegen frente a las ITS ya que son porosos y permiten el paso de las partículas virales por sus poros.

 

Con el uso correcto del preservativo se puede prevenir la transmisión del

VIH en el 90-95% de los casos.

 

El preservativo debe recambiarse cuando se pierda la lubricación o si se cambia la vía de penetración (de vaginal a anal, de oral a vaginal…) Es aconsejable comprobar la integridad del preservativo una vez finalizada la relación sexual, haya habido o no eyaculación.

También, para prevenir la transmisión de ITS a través del sexo oral existen unas bandas de látex o barreras bucales que actúan de igual forma como una barrera para las secreciones.

 

 

¿Puedo usar lubricantes sin alterar la eficacia del preservativo?

SÍ, se pueden usar lubricantes SOLUBLES EN AGUA o de GLICERINA sin disminuir la efectividad del preservativo, tanto para la prevención de las ITS como para la prevención del embarazo.

Hay que evitar los que sean a base de aceite (por ejemplo vaselina, cremas corporales o aceites para masajes) ya que pueden debilitar el látex y romper el preservativo.

¿Estoy completamente seguro frente a las ITS con el uso de un preservativo?

No hay una seguridad del 100% pero sí una DISMINUCIÓN FRANCA del riesgo. Por ejemplo, el más estudiado es el VIH, donde con el uso correcto del preservativo se puede prevenir la transmisión en el 90-95% de los casos.

Los preservativos proporcionan diferentes niveles de protección según el tipo de ITS ya que dependerá de cómo se transmita la enfermedad. La prevención está relacionada con la barrera que impide el contacto del pene con la vagina, evitando el contacto de las secreciones que pueden transportar los microorganismos infecciosos. Esta protección es máxima para las infecciones que se transmiten a través de las secreciones genitales (VIH, hepatitis B y C, gonorrea, clamidia), pero es menor en el caso de las infecciones que se transmiten por contacto a través de úlceras o lesiones en la piel (sífilis, papiloma, herpes genital) ya que el preservativo no cubre todas las zonas potencialmente transmisibles.

Para este segundo grupo de ITS, el preservativo femenino ofrece una mayor protección ya que cubre más superficie de piel sobre la vulva.

 

¿Qué más puedo hacer para prevenir las ITS?

  • Tener relaciones sexuales con una sola pareja (monógamas) y poder hablar abierta y honestamente con ella sobre su pasado sexual.
  • Realizarse ambos miembros de la pareja un chequeo para descartar ITS antes de comenzar las relaciones.
  • Vacunarse de las ITS que actualmente tienen este tipo de profilaxis: Hepatitis B y Virus del Papiloma Humano. Estas vacunas han conseguido disminuir los casos de cáncer hepático y de órganos genitales respectivamente. En el caso de la vacuna del papiloma está fuertemente recomendada tanto en mujeres como en hombres de cualquier edad, y actualmente está incluida en el calendario vacunal para mujeres entre 11 y 14 años.

 

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