¿Qué es exactamente la reserva ovárica?

Autora del artículo:

Dra M Carmen Sanabria Rodriguez

Se trata del número de óvulos que tenemos en cada momento. Nacemos con uno o dos millones, en la pubertad tenemos medio millón y en la menopausia solo tenemos 1000.

Si aún no tienes claro si algún día vas a ser madre es importante que estés informada desde ahora mismo.

¿Cómo se cual es mi reserva ovárica?

Para averiguar cuáles son tus posibilidades actuales y futuras desde el punto de vista ginecológico es tan sencillo como comentarlo en tu revisión ginecológica anual.

Mediante una simple ecografía, el profesional puede obtener una idea bastante precisa de tu pronóstico, aunque en algunos casos es preferible realizar una analítica básica para completar la información.

Lo que ocurre es que vamos liberando y perdiendo óvulos a lo largo de la vida de forma natural, y a partir de los 35 años la pérdida es mucho más acelerada cada año si bien en cada mujer es diferente.

El momento óptimo de ser madre es entre los 25 y los 35 años según las circunstancias de cada mujer.

Existe un error de concepto muy común, que es pensar que la reserva ovárica está relacionada con tener períodos menstruales regulares y abundantes. Sin embargo, esto no tiene nada que ver ni con el número ni con la calidad de los óvulos disponibles. Factores como la edad y la genética son mucho más determinantes.

Desde siempre los médicos hemos temido valorar e informar a nuestras pacientes acerca de este tema en su revisión pues en algunos casos, hay chicas que tienen una reserva baja para su edad y si no tienen planes de embarazo a corto plazo, les vamos a generar un estrés innecesario.

Pero ocurre que los tiempos cambian y hay formas de prevenir una reserva ovárica baja: estudiando la reserva desde los 25 años, haciendo un pronóstico y aconsejando a las que deseen ser madres guardar sus óvulos antes o después en función de su reserva folicular y de su edad.

¿Cómo puedo saber mi reserva ovárica?

Averiguarlo es muy sencillo, ya que basta con hacer una ecografía vaginal y una analítica de sangre. De hecho, puedes pedir que la valoren en tu revisión ginecológica de control anual.

  1. Se mide y cuenta el número de folículos antrales de los ovarios mediante una ecografía transvaginal.

    Estos folículos son los que tienen en su interior un óvulo y cada ciclo se selecciona uno de ellos perdiéndose el resto (atresia). El número de esos agujeritos oscuros que se ven por ecografía en la zona más externa del ovario es directamente proporcional al número de folículos totales de la mujer en ese momento. Normalmente debe haber más de 10 y si hay menos de 8 se considera que la reserva folicular es baja.
  2. La otra forma de medir la reserva es estudiando la hormona antimülleriana (AMH) en una analítica de sangre.

    Cuando tengamos un valor inferior a 1ng/ml indicara que el tiempo de vida fértil de la mujer es muy corto. Es importante que las chicas sepáis que, aunque estos marcadores no sean óptimos el mejor factor pronostico será vuestra edad ya que a mas joven es la mujer por escasa que sea su reserva, el pronóstico será mucho mejor que una buena reserva con una edad avanzada.

¿Qué produce una baja reserva ovárica?

Las causas de una baja reserva ovárica pueden ser muchas y no siempre están asociadas a problemas de fertilidad. La edad es determinante, ya que a partir de los 40 años es un problema muy común, pero también puede estar relacionada con un fallo ovárico prematuro.

Además de las causas genéticas, otras causas posibles de una baja reserva ovárica son: cirugía ovárica previa, quimioterapia o radioterapia previos, contaminación ambiental, hábitos de vida poco saludables y algunas patologías, como la endometriosis o enfermedades autoinmunes.

¿Y si la tengo baja, qué debo hacer?

Lo primero, no alarmarte. En general, este hecho no significa que no puedas lograr un embarazo de forma natural, o que no puedas utilizar tus propios óvulos para lograrlo, a no ser que tengas una edad avanzada u otros problemas de fertilidad añadida. Pero sí hay que aceptar que es probable que tu ginecóloga/o te recomiende que visites a un especialista en reproducción, para que valore tu caso, y no descartar que tal vez tengas que recurrir a la ayuda de alguna técnica.

Cuando el problema se detecta en mujeres jóvenes, que no desean ser madres a corto plazo, se puede optar por hacer un tratamiento de preservación de la fertilidad, que consiste en estimular los ovarios y posteriormente extraer y vitrificar los ovocitos, lo que te permite tener en reserva un número determinado de óvulos propios por si en el futuro los necesitas. La calidad de los óvulos vitrificados dependerá sobre todo de la edad a la que lo hagas, pero su competencia real no se conoce hasta que no se usan.

Si tienes dudas sobre este tema, puedes consultar con nuestros especialistas. Pero no te preocupes antes de tiempo. Cada mujer es distinta y es importante estudiar cada caso de forma individualizada para poder hacer una valoración global y tomar la mejor decisión. Lo más importante es que estés bien informada.

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