El estreñimiento en el embarazo es un problema frecuente que puede llegar a afectar hasta a un tercio de las embarazadas, en comparación con el 7% de la población general de la misma edad. Suelen describirlo como una disminución de los movimientos intestinales y del número de deposiciones, con dificultad para la evacuación. El estreñimiento puede empeorar a su vez otras patologías frecuentes durante el embarazo, como son las hemorroides. ¿Quiere conocer más información acerca del estreñimiento en embarazadas? ¡Desliza!
Causas del estreñimiento en el embarazo
Entre las causas del estreñimiento en el embarazo encontramos el aumento natural de progesterona que ocurre durante la gestación. Esta hormona ocasiona un descenso de la actividad del músculo liso del colon y un alargamiento en el tiempo de tránsito por el intestino. Conforme aumentan los niveles de estrógenos y progesterona durante el embarazo este efecto es más acusado, por lo que el estreñimiento es más frecuente durante el segundo y tercer trimestre, frente al primer trimestre y el período postparto.
Por otro lado, el agrandamiento del útero que va ocurriendo con el paso de los meses es también una causa frecuente del estreñimiento en embarazadas. Puede también representar un obstáculo mecánico para el tránsito intestinal normal, sobre todo durante el tercer trimestre. Asimismo, la disminución de la actividad física que puede estar indicada en algunos embarazos, o bien, por fuerza mayor debido a las molestias propias del embarazo, influye en el normal funcionamiento y movimiento intestinal. Los suplementos de hierro son necesarios también de forma muy habitual durante la gestación y se relacionan de forma directa con el estreñimiento.
Por último, recalcar que el estreñimiento puede ser una manifestación del hipotiroidismo, por lo que también sería conveniente descartarlo dada la implicación que tiene su correcto tratamiento durante la gestación.
Qué hacer para aliviar el estreñimiento en embarazadas
El estreñimiento afecta de forma negativa en la calidad de vida diaria de las pacientes, y es tan frecuente que representa la molestia gastrointestinal más común durante el embarazo sólo superado por las náuseas. Por ello, es importante encontrar el o los tratamientos que solucionen o alivien el estreñimiento en embarazadas, con los menores efectos secundarios posibles.
En este contexto, cabe destacar que lo más recomendable como medida terapéutica inicial sería comenzar por realizar cambios en el estilo de vida, que comprenderían el aumento en la ingesta de líquidos, ejercicio físico y aumento de la ingesta de fibra en la dieta. El ejercicio físico promueve el movimiento intestinal normal, se recomienda como mínimo un ejercicio moderado de 30 minutos al día (por ejemplo, caminar rápido).
Los cambios en la dieta deberían incluir una ingesta de 20-35 gr de fibra natural al día (se encuentra en las plantas, frutas, vegetales y cereales integrales). La suplementación con fibra ha demostrado incrementar la frecuencia de deposiciones y disminuir la dureza las heces ya que la fibra no es digerible, por lo que absorbe agua y aumenta el bolo fecal.
Si no resultara efectivo lo anterior, se precisaría el uso de medidas farmacológicas, entre las que se encuentran los agentes formadores de bolo, agentes emolientes o ablandadores de heces, lubricantes, laxantes osmóticos, laxantes estimulantes, enemas y supositorios.
Es importante recalcar que el empleo de medicamentos para el estreñimiento del embarazo debe siempre acompañarse de las medidas anteriores, manteniendo siempre una ingesta abundante de líquido para evitar la deshidratación que pueden producir estos fármacos. Recuerda que la prescripción y uso de estos fármacos debe ser supervisada por el médico para establecer la dosis y el tiempo necesario de tratamiento oportunos para cada paciente en particular.
Tipos de laxantes para embarazadas estreñidas
A continuación, procederemos a detallar los distintos tipos de laxantes para embarazadas estreñidas de los que disponemos:
Agentes formadores de bolo
Se trata de sustancias que no son absorbidas por el tracto gastrointestinal, al igual que comentábamos con la fibra; absorben agua aumentando así el bolo fecal, favoreciendo su eliminación. Dentro de este grupo encontraríamos el Psillyum, plantago ovata, metilcelulosa y el salvado. Son los más fisiológicos y no se han asociado con un mayor riesgo de malformaciones; por lo tanto, se consideran seguros para un uso prolongado durante el embarazo y suelen ser la primera línea de tratamiento cuando no se mejora con las medidas no farmacológicas antes descritas.
Sin embargo, no siempre son eficaces y sus efectos pueden tardar tiempo en percibirse, por lo que a veces no resultan útiles para el tratamiento del episodio agudo pudiendo precisar su combinación temporal con otros agentes laxantes de acción más rápida como los estimulantes. Pueden ocasionar efectos secundarios desagradables como gases, hinchazón y molestias abdominales.
Ablandadores de heces/emolientes
Se trata de sustancias que estimulan la secreción neta de agua, sodio, cloruro y potasio a la luz intestinal e inhiben la absorción neta de glucosa y bicarbonato en el yeyuno. En este grupo tenemos el docusato de sodio y de calcio. Existen varios estudios donde no se han asociado con efectos adversos durante el embarazo, por lo que también se considera seguro su uso.
Sin embargo, existe una comunicación de un caso en el que el uso materno de docusato de sodio de forma crónica durante el embarazo se asoció con hipomagnesemia sintomática en el neonato. Por ello, sería preferible no optar por este tratamiento a largo plazo durante la gestación.
Laxantes lubricantes
Son sustancias que lubrican y disminuyen la tensión superficial del contenido del intestino para que el líquido permanezca en las heces, facilitando la evacuación y con una disminución del esfuerzo defecatorio. En este grupo tenemos el aceite mineral o parafina. El aceite se absorbe de forma muy escasa en el tracto gastrointestinal por lo que no parece estar asociado con efectos adversos en el embarazo.
Existe controversia sobre si un uso prolongado reduciría la absorción de vitaminas liposolubles (por ejemplo la vitamina A, D, E y K), aunque esto parece ser un riesgo teórico más que real, pero no suelen ser la primera elección a usar durante el embarazo ya que un déficit de vitamina K puede ocasionar hipoprotrombinemia y aumentar el riesgo de hemorragia durante el parto o cesárea.
Laxantes osmóticos
Son sustancias hiperomolares que ocasionan una mayor recolección de agua en las heces produciendo distensión del bolo y aumento de la actividad intestinal (peristalsis) facilitando así la evacuación. Tendríamos las sales (Cloruro de sodio, cloruro de potasio), el sulfato o citrato de magnesio, la lactulosa, el sorbitol y el polietilenglicol o macrogol.
La lactulosa y el polietilenglicol apenas son absorbidos en el tracto gastrointestinal por lo que no pasan a la circulación sistémica. Su uso no se ha asociado con efectos adversos para el embarazo; sin bien, pueden ocasionar efectos secundarios como flatulencia e hinchazón. Teóricamente, un uso prolongado de laxantes osmóticos puede conducir a desequilibrios de electrolitos, por lo que no estarían recomendados para su uso a largo plazo.
Laxantes estimulantes
Son sustancias que actúan localmente estimulando la motilidad colónica y disminuyendo la absorción de agua del intestino grueso. Tendríamos el Bisacodilo, cáscara sagrada y sen. La absorción sistémica de bisacodilo y sen es también muy baja, por lo que no parecen estar asociados con un mayor riesgo de malformaciones. Sí están asociados con efectos secundarios desagradables como dolores abdominales tipo cólico por ese efecto estimulador directo que tienen sobre el intestino.
Funcionan de forma rápida y dosis dependiente para el episodio agudo, promoviendo la defecación de 6 a 8 horas tras su ingestión. Al igual que los laxantes osmóticos, un uso prolongado puede conducir a desequilibrios de electrolitos, por lo que sería recomendable evitar un uso a largo plazo o en dosis elevadas. Se debe reservar como tratamiento de dosis única en embarazadas con estreñimiento temporal.
Enemas y supositorios
Son preparaciones de los laxantes vistos anteriormente preparados para su administración rectal. Suelen pautarse cuando fallan las formas orales buscando un alivio rápido a corto plazo debido a su actividad a nivel local. Pueden provocar irritación rectal y disconfort.
Los más usados son los de bisacodilo y los de glicerina, que actúan por contacto directo en la mucosa rectal una vez disuelto el supositorio. Bisacodilo estimula la motilidad como hemos comentado previamente, su pico de acción en supositorio ocurre entre los 20 minutos y 3 horas tras aplicarlo, así que es útil para aliviar el estreñimiento de forma rápida. Además son útiles si la embarazada no puede tomar comprimidos (por vómitos por ejemplo). La glicerina es osmótica, actúa estimulando la mucosa intestinal y aumenta el agua en las heces, haciendo más fácil el paso de las mismas. Los enemas salinos también tiene propiedades osmóticas semejantes a la glicerina y pueden causar molestias abdominales y distensión rectal.
Lo más importante sobre el estreñimiento en el embarazo…
La primera línea de tratamiento para el estreñimiento durante el embarazo incluye aumentar la ingesta de agua y fibra dietética y aumentar la cantidad de ejercicio moderado diario. Si no resulta eficaz, los laxantes serían la segunda línea de terapia.
Debido a que la mayoría de los laxantes no se absorben sistémicamente, el uso a corto plazo no se ha asociado con un mayor riesgo de malformaciones. Sin embargo, como con la población general, se recomienda que los laxantes osmóticos y los laxantes estimulantes se usen solo a corto plazo o de forma ocasional para resolver el episodio agudo de estreñimiento en el embarazo, evitando a la vez la deshidratación o los desequilibrios electrolíticos que pueden ocasionar a largo plazo.
Para un uso más duradero en el tiempo, a modo de mantenimiento, sería recomendable optar por el grupo de laxantes formadores de bolo si son bien tolerados.
Si tienes este problema de estreñimiento en tu embarazo y estarías más segura si un especialista evaluara tu caso, no dudes en contar con nuestros profesionales expertos en Nutrición en el Embarazo para encontrar una solución.